CABECERA

Misionera regresa a Idaho tras sentencia en Haití

BOISE, Idaho, 19 de mayo 2010 - El líder del grupo de misioneros estadounidenses detenido mientras intentaba sacar a 33 niños de Haití después del terremoto de enero, regresó el martes a Idaho, y rechazó las preguntas sobre su sentencia por arreglar un viaje ilegal.

Laura Silsby fue liberada el lunes después de que un juez la halló culpable de arreglar un viaje ilegal y la sentenció al tiempo que ya había permanecido en prisión. La mujer fue recibida en el aeropuerto de Boise por una multitud que incluyó a su hermana, madre y miembros de su iglesia en Idaho.

Silsby lloró mientras abrazaba a sus parientes, elevó sus manos al cielo mientras su pastor dirigió una oración y cantó un himno con miembros de su congregación.

"Se siente increíble", dijo Silsby. "Yo sólo alabó a mi Dios y le agradezco por traerme de regreso a casa".

La empresaria de 40 años organizó el infortunado esfuerzo de llevar a niños a un orfanato que construía en República Dominicana. Silsby declinó responder preguntas de los reporteros sobre los pasados tres meses.

"Hablaré sobre eso quizás en otro momento. Hoy es un día de celebración y júbilo", expresó. "He esperado por esto por mucho tiempo, así que después hablaremos de otras cosas".

Silsby dijo que su fe la había ayudado a superar la terrible experiencia.

"Dios ha estado ahí conmigo en cada segundo", dijo. "El me ha dado la fuerza y la paz a través de cada momento en este juicio".

Los familiares se llevaron a Silsby apresuradamente del aeropuerto, acompañada de su amiga y niñera Charisa Coulter, otra integrante del grupo que había sido encarcelada pero que quedó en libertad en marzo.

Silsby ha estado en custodia desde el 29 de enero. Originalmente fue acusada de secuestro y asociación ilícita, pero esos cargos fueron le retirados a ella y a los otros nueve estadounidenses que también han sido liberados.

Después del arresto de los misioneros, Silsby dijo a la corte que pensó que los niños eran huérfanos cuyos hogares fueron destruidos por el terremoto. No obstante, carecía de la documentación para sacarlos del país en un momento en que el gobierno estaba restringiendo las adopciones para prevenir el tráfico de infantes.

Una investigación de AP reveló después que todos los niños tenían por lo menos a un padre vivo que le había entregado el menor al grupo con la esperanza de garantizarle un mejor porvenir.

(Fuente: AP)