Tres cristianos fueron ejecutados en Pyonyang en mayo pasado, pero solo hasta hoy pudo conocerse la noticia debido a la represión que el gobierno norcoreano ejerce en el país.
Los tres líderes fueron detenidos junto a una veintena de personas que permanecen encarceladas. Según la agencia de noticias AsiaNews, agentes de la policía norcoreana allanaron una casa en Kuwal-dong, en la provincia de Pyongan, y detuvieron a 23 creyentes que estaban congregados.
Tras la condena a muerte de los cabecillas del grupo, los demás permanecen en prisión sometidos a labores forzosas.
Se estima que hay 400.000 cristianos en Corea del Norte, pero estas cifras son difíciles de comprobar en un país que prohíbe cualquier forma de religión.
Los creyentes viven bajo la constante amenaza de ser encarcelados, perseguidos o ejecutados si las autoridades descubren sus creencias. Todo ciudadano está obligado a rendir culto su dictador Kin Jong II y a su difunto padre.
(Fuente: Protestante Digital)