Santiago.- En enero de este año, un político de derecha ocupó el poder en Chile por primera vez desde el regreso de la democracia. El presidente multimillonario Sebastián Piñera estaba empeñado a presentarse como un hombre del pueblo y el desastre minero le brindó la oportunidad perfecta.
El 23 de agosto fue a la mina San José para anunciar que los hombres estaban todavía vivos, declarando ante las cámaras de televisión que tardarían meses en sacarlos, pero que el final sería feliz.
Ha sido una presencia constante, y al final del rescate proclamó que la operación fue un "milagro". Sus índices de aprobación se han disparado por encima del 70%.
Pero el presidente ha sido eclipsado por su ubicuo ministro de Minas, Laurence Golborne, quien ha estado en la mina casi constantemente desde agosto, informando a los periodistas con igual amabilidad en inglés y en español. Su índice de aprobación está por encima del 85% y sólo en la última semana sumó hasta 15.000 seguidores más en Twitter. Algunos periodistas le califican ya como el hombre más popular de Chile.
Si a eso se une que el ministro de Salud, Jaime Manalich, informó con regularidad y eficiencia sobre el estado de los mineros y que el ingeniero jefe Andre Sougarret tenía al día a los periodistas sobre los avances de la perforación, el gobierno ha conseguido dar al mismo tiempo una imagen de competencia, carisma y compasión.
(Fuente: BBCMundo)