
El obispo denuncia que en el país se combina "la megalomanía, pensar que somos los mejores, y la paranoia, que el mundo conspira contra nosotros". Rufin visitó a la familia de la encarcelada, madre de 45 años, y explica que su hija pequeña, Esha, le confesó en voz baja: "ahora ya está claro que nos han quitado nuestro derecho a vivir". Grupos islamistas han anunciado que la matarán incluso si es declarada inocente.
(Fuente: larazon.es)