San Juan.- La tercera edición del “Milagro Fest” se celebrará hoy a partir de las 7 de la noche en el Centro Cristiano Fruto de la Vid en la ciudad de Caguas.
Adoradores de la talla de Daniel Calveti, su hermano Giosue Calveti, Claudia Brinn y el grupo Unción Tropical, se darán cita en este magna fiesta celestial libre de costo, no tan sólo promete buena música cristiana, sino también unción y oración.
Será una noche de sanidad y milagros como lo describe el pastor evangelista Joseph Vargas, quien junto a su esposa Gisela, estarán a cargo de llevar la palabra de esperanza.
“Lo que intentamos hacer es un evento atractivo para mi generación, es una cruzada concierto en la que además de música y de un gran espectáculo, ministramos. El primer festival Dios nos sorprendió cuando todos vieron a cuatro personas levantarse de su silla de ruedas y el año pasado, a tres. Así que esperamos algo grande de nuevo este año”, sostuvo el pastor de 28 años.
De hecho, se solicita al público que asista y que tengan familiares en hospitales o inmóviles en sus camas que no puedan llegar hasta el lugar que lleven una pieza de ropa de esa persona para orar por su salud.
Asimismo, a la gente que esté desempleada que lleve su resume para pedir que les llegue un trabajo. “Este festival es para todo el mundo, aun para los que no creen en Dios, que vengan a disfrutar de la música porque cuando pensé en hacer algo le pedía a Dios que fuera un evento atractivo para todo ojo. Así que tenemos un poquito para cada cual, tenemos merengue, balada, pop”, sostuvo.
Añadió que “la urgencia que siento en mi corazón es la necesidad de este pueblo con los temblores, con las crisis, los asesinatos y queremos llevar una palabra de esperanza para la familia puertorriqueña, no una palabra de juicio ni de imposición porque el Jesús que conocí hace 12 años me enseñó que aún en la eternidad hay una esperanza”.
Hace cuatro meses el matrimonio Vargas viajó a a Punjab, norte de India a celebrar el “India Miracle-Fest”, donde no sólo llevaron su música, sino que dieron de comer a muchos indios.
“Ellos son muy radicales en sus tradiciones y pudimos convocar a 9 mil indios, y eso es grande para mí porque a nosotros no nos conoce nadie y en mi país no puedo reunir esa cantidad de personas, pero lo logramos y vimos al Señor manifestarse”, dijo.
“Hay mucha necesidad y después del servicio ellos se sentaban en el suelo y nosotros llevábamos las ollas de arroz con vegetales o con lentejas que es su dieta regular y eso fue una gran satisfacción y quiero volver porque si es difícil llevar la palabra a India o a Africa, aquí es más fuerte porque han habido de décadas pasadas muy buenos, pero otros que han tomado malas decisiones y a causa de eso las generaciones de hoy nos cierran las puertas y estamos buscando limpiar esa mancha, ese dolor que existe en el pueblo”.
(Fuente: El Nuevo Día)
