Moscú.-El terrorismo puede ser bueno para los constructores de búnkers. Un apocalipsis puede ser aún mejor para los negocios.Danila Andreyev comenzó a construir “habitaciones de pánico” hace tres años, cuando el temor a los atentados terroristas y las disputas comerciales que se tornaban violentas crearon demanda en Rusia.
Ahora vende “búnkers de supervivencia” por $400,000 cada uno para capitalizar la angustia que despiertan las teorías de que el mundo se acabará el año que viene.
“Personalmente, yo no creo que se acerque el día del juicio final”, dijo en su oficina del centro de Moscú Andreyev, de 31 años, cuya empresa Spetsgeoproekt está terminando quince búnkers en ubicaciones secretas de toda Rusia. “Pero, cuando uno empieza a oír que sus clientes hablan del fin del mundo, da que pensar.”
Aunque Rusia ha sido blanco de ataques terroristas y en enero murieron 37 personas en una explosión en el aeropuerto más activo de Moscú, la mayoría de la gente busca protegerse de lo que Andreyev denomina un “cataclismo global” en 2012, según distintas predicciones como las interpretaciones del antiguo calendario maya.
Northwest Shelter Systems, compañía con sede en Sandpoint, Idaho, que se especializa en refugios antinucleares, ha recibido un 60 por ciento más de consultas de posibles clientes desde el tsunami y el terremoto ocurridos en Japón en marzo, dijo por correo electrónico Allen Thompson, su vicepresidente. The Vivos Group, una constructora de búnkers de California con un sitio web que muestra un meteorito cayendo sobre la Tierra, dice que los pedidos de refugios en una de sus oficinas se multiplicaron por diez desde esa catástrofe, que dejó 25,000 muertos o desaparecidos.
Hay que estar preparados
“Cientos de pedidos” llegan de Rusia y otras ex repúblicas soviéticas, explicó el fundador de Vivos, Robert Vicino, en un correo electrónico. El refugio Vivos más cercano se encuentra en un lugar no identificado de Europa central, precisó. Cuesta unos $25,000 por persona.
“Cada persona tiene una creencia o una percepción distinta de lo que podría depararnos el futuro”, dijo Vicino. “Vivos no piensa en 2012 sino en tener una solución que garantice la vida de nuestras familias para cuando se produzca un desastre.”
Vivos está construyendo instalaciones en Estados Unidos y otros países. En enero, anunció estar evaluando la compra de un búnker de dos pisos construído para el gobierno británico en 1990 en una zona rural de Escocia.
Spetsgeoproekt, que significa Proyectos Geológicos Especiales, planea abrir este año un showroom en el exclusivo barrio moscovita de Rublevka y se está extendiendo a las regiones rusas, dijo Andreyev. La superficie de los búnkers de la compañía oscila entre 35 y 90 metros cuadrados (377 a 969 pies cuadrados).
Mantener la unidad, incluido el sistema de ventilación, cuesta unos $2,500 al año, explicó. Andreyev dijo que sus búnkers se basan en los diseños militares soviéticos de la década de 1970, modificados con tecnología moderna. Las paredes se parecen a las usadas en las centrales nucleares y los sistemas de ventilación son similares a los que se utilizan en las naves espaciales y los submarinos. Las puertas son semejantes a las de las bóvedas de los bancos suizos, explicó.
