
En un comunicado oficial, el gobierno de ese país señaló que la muerte del líder de al-Qaeda es una muestra de la determinación de la comunidad internacional para combatir y eliminar el terrorismo.
El presidente de Afganistán, Hamid Karzai, dijo que la muerte de Bin Laden en Pakistán respalda la posición afgana de que la guerra contra el terrorismo no tenía raíces en Afganistán.
"Una y otra vez, durante años y cada día he dicho que la guerra contra el terrorismo no está en las villas afganas, ni en los hogares afganos de los pobres y oprimidos", señaló Karsai en una reunión de líderes tribales.
El ministro del Interior de India, P Chidambarra, dijo que el hecho de que Bin Laden fuera encontrado a sólo 60 kilómetros de Islamabad aumentaba la preocupación de que los terroristas pudieran encontrar un santuario en Pakistán.
Un funcionario de la oficina de la presidencia en Yemen, patria de ancestros de Bin Laden, dio la bienvenida a su muerte y la describió como "el principio del fin del terrorismo".
En Sudán, el corresponsal de la BBC James Copnall dijo que un vocero de la cancillería se negó a comentar cómo veía el gobierno sudanés a Bin Laden.
Sudán está en una posición incómoda, señaló Copnall, porque "están desesperados en salir de la lista de países que EE.UU. acusa de apoyar el terrorismo, pero también tienen una parte del público doméstico donde hay cierto apoyo para Bin Laden"
"Hay gente aquí que lo recuerda con afecto del tiempo en que vivió en la capital, Jartum, en los 90s".
(Fuente: BBC Mundo)