CABECERA

Asesinan Pakistán ministro de minorías religiosas

Shahbaz Bhatti era el único cristiano miembro del gobierno

Islamabad.- El ministro Shahbaz Bhatti era un conocido militante por la supresión de la ley contra la blasfemia en Pakistán, una nación en constante pugna entre la mayoría musulmana y las minorías.

Este es el segundo asesinato en lo que va del año desde que la polémica volvió al tapete tras la condena a muerte de Asia Bibi, una mujer cristiana, acusada precisamente de blasfemar a Mahoma.

Según la policía local, el ministro paquistaní para las Minorías, el único cristiano en el gabinete del Gobierno de Pakistán, fue asesinado por cuatro individuos que interceptaron su automóvil armados con rifles de asalto en las cercanías de un mercado de Islamabad. Shahbaz Bhatti murió cuando era trasladado a un hospital de la capital paquistaní.

Una investigación para esclarecer los hechos fue abierta por las fuerzas de seguridad, intrigadas sobre todo por un dato: el ministro solicitó a su guardaespaldas no acompañarlo, precisamente, en la jornada en la que fue abatido.

Todo parece indicar que Bhatti fue asesinado debido a su conocida militancia en pro de la derogación de la ley contra la blasfemia, un decreto vigente desde la década de los ochenta, utilizado comúnmente para mantener a raya a las minorías religiosas.

El Vaticano repudió inmediatamente este asesinato, señalándolo como un “acto de violencia incalificable (…) que demuestra cuán justificadas son las insistentes intervenciones del Papa sobre la violencia contra los cristianos y contra la libertad religiosa en general”, declaró Federico Lombardi, portavoz del Vaticano.

La ley contra la blasfemia cobró nuevamente relevancia en noviembre del año pasado cuando un juez paquistaní se amparó en su texto para condenar a muerte a Asia Bibi, una cristiana de 45 años, acusada por sus vecinas musulmanas de haber insultado al profeta, y actualmente en pleno corredor de la muerte a pesar de los reclamos de la comunidad internacional.

La condena de Bibi se cobró la vida en enero pasado de Salman Taseer, el gobernador de la provincia de Punjab que osó defender a la mujer y que fue acribillado por uno de sus guardias personales. El asesino ha sido declarado héroe nacional a los ojos de una buena parte de la República Islámica de Pakistán.

La persecución religiosa se ha vuelto una constante en ese país asiático, poblado con unos 170 millones de habitantes, de los que sólo un 2% son de confesión cristiana.

(Fuente: RFI)

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