Tokio.- Diversos grupos cristianos se unieron para brindar apoyo tras la catástrofe que sacudió Japón el pasado viernes, matando a miles de personas y dejando muchas carencias por cubrir en el país asiático.“Operación Bendición Internacional”, junto con “IsraAid” (ayuda Humanitaria Israeli) se sumaron a otros grupos de ayuda, fundamentales para asistir a las miles de personas damnificadas en Japón luego del terremoto de 8.9 grados.
El terremoto, registrado como el quinto más poderoso en la historia de la humanidad desde 1900 y el mayor en Japón, provocó un Tsunami que devoró la costa noreste y que ha matado a mas de 10,000 personas según reportes del domingo.
Operación Bendición Internacional desplegó un equipo médico a Japón desde sus oficinas en Manila, Filipinas. El líder de este equipo sería el Dr. Kim Pascual, quien ha dirigido equipos de respuesta a crisis en Irak, Indonesia, Filipinas y otras áreas del mundo, dijo Protestante Digital.
Junto al equipo de OBI van miembros de IsraAid, una organización humanitaria israelí con la que Operación Bendición a trabajado en asociación en eventos como el terremoto en Haití de 2010.
Por su parte, Rick Justus, un misionero a Japón, hablo de la severidad del trágico terremoto y el subsecuente tsunami. El y su familia viven en la ciudad de Shimada a dos horas al sur de Tokio. “La magnitud del terremoto aquí fue registrada en unos 4 grados y tuvo una duración a cualquier otro que hayamos experimentado antes, duró unos 4 minutos”, dijo. “Tenemos amigos misioneros en el área afectada por los que estábamos preocupados. La mayoría de ellos parece estar bien. Pero una familia de mi iglesia tiene tres tías en el área del tsunami a las que no han podido contactar aún”, agregó el misionero.
“Esta es una buena oportunidad para nosotros como cristianos para alcanzar a los afectados con compasión como hicimos cuando ocurrió el terremoto en Kobe. Entonces tuvimos muchas oportunidades de llevar sábanas y alimentos y otras cosas en medio de la tragedia”, comentó Justus.
La zona devastada ha quedado con insuficiencias en los servicios públicos, que el gobierno japonés a tratado de solucionar todo el fin de semana, y que necesitan apoyo de la comunidad mundial.
Las dimensiones del desastre son tan grandes que ha causado daños en el pueblo japonés como en su tiempo lo hiciera la segunda guerra mundial, dijeron varias agencias, y es que la cantidad de muertes y la caída repentina del país potencia es devastadora, por lo que muchas personas están llamando a orar por misericordia divina para la raza humana, llamando a la catástrofe una llamada al arrepentimiento.
(Fuente: Christian Post)
