Berlín.- "Ninguna ciudad puede oponerse a la voluntad de Alá", asñi ha declarado Sven Lau, líder de la organización salafista Invitación al Paríso (EZP), al comunicar que han logrado la aprobación del Tribunal Administrativo de Fráncfort, que tras revisar la prohibición de una concentración en memoria de Bin Laden, ha decidido que finalmente puede celebrarse.
El acto, en cuyo programa aparece una prédica con varios imanes invitados, tendrá lugar mañana por la noche en una céntrica plaza de Fráncfort. El Tribunal levanta así la prohibición dictada por el Consejo de la ciudad a la convocatoria encabezada por el predicador extremista Pierre Vogel, vinculado por los servicios secretos alemanes con grupos yihadistas que participaron en el 11-S y que ha vestido la concentración en una céntrica plaza de Fráncfort como un acto religioso para rezar por Bin Laden, pero que no oculta su intención reivindicativa.
Vogel, un exboxeador que se convirtió al Islam en 2001 adoptando el nombre de Abu Hamza, ha mantenido en los últimos días que la muerte de Bin Laden "ha sido una ejecución sin derecho a juicio" y ha llamado a todos los musulmanes a preguntarse "qué pruebas se habían reunido en su contra en relación con el 11-S y por qué no se le ha dado la oportunidad de defenderse ante un tribunal", terminando sus proclamas con citas de Friedrich Engelscomo "cuanto mayor es la injusticia, mayor será la revolución"
La única condición impuesta por el Tribunal administrativo es que no se mencione ni directa ni indirectamente a Bin Laden durante la concentración, pero los más de 1.500 musulmanes salafistas que ya han confirmado su asistencia a través de la página web de la convocatoria no parecen muy dispuestos a respetar esa condición y la policía se prepara para una posible noche de disturbios. Los servicios de inteligencia alemanes estiman que las organizaciones musulmanas más radicales reúnen en Alemania a unos 37.500 miembros, de los cuales el 80% muestra abiertamente tendencias violentas.
La concentración, convocada bajo el lema "Cómo se alcanza la paz en el mundo", había sido calificada por representantes del Consejo de la ciudad como "es un insulto público a las víctimas del 11-S y a muchas otras víctimas del terrorismo islámico en todo el mundo" y "una provocación a la población alemana".
La última concentración de este tipo tuvo lugar el mes pasado, también bajo estrictas medidas de seguridad y con una tajante separación entre los hombres y las mujeres del público. Después de celebrarse, el predicador invitado, el imán Bilal Philips, fue expulsado de Alemania como representante de una corriente que pide abiertamente la pena de muerte para los homosexuales y a través de un artículo de la ley de Extranjería alemana que indica la expulsión en los casos de "incitación al odio entre grupos de la población"
(Fuente: elmundo.es)