Según Ibrahim junto a Saif al-Arab Khadafi, en el bombardeo murieron también tres de los nietos del líder libio. En el lugar se encontraba también Muamar Khadafi, pero resultó ileso.
El gobierno llevó a los periodistas de la prensa internacional para que vieran las consecuencias de la explosión.
El edificio, residencia del hijo de Khadafi, resultó gravemente dañado y, según las fuentes oficiales libias, una bomba no detonada permanece en el lugar.
Saif al-Arab Khadafi tenía 29 años y había estado estudiando recientemente en una universidad de Alemania.
El ataque con un misil de la OTAN, es una prueba de que Occidente no está interesado en la paz, sino en destruir Libia dijo el portavoz del gobierno en una conferencia de prensa, al tiempo que indicó que el ataque evidenció la intención de la organización internacional de "matar al líder libio y a su familia".
"Lo que hemos visto ahora es la ley de la jungla", apuntó. Y añadió: "Creemos que ahora queda claro para todo el mundo que lo que está pasando en Libia no tiene nada que ver con la protección de civiles".
Mientras, en Bengasi, los rebeldes celebraron con una lluvia de disparos al aire el ataque a Trípoli, la OTAN por su lado, mediante un comunicado de prensa confirmó que llevó a cabo un ataque de precisión contra el complejo militar del líder libio, Muamar Khadafi, y lamentaron la perdida de vidas a raíz de la ofensiva, especialmente la de civiles inocentes.
Sin embargo, no confirmó si algún miembro de la familia del líder libio ha muerto a consecuencia de ese ataque.