"Muchos son los llamados y pocos los escogidos" (Mateo 20:16) dijo nuestro Señor a sus discipulos mientras estuvo en la tierra y cada día esta verdad se hace más evidente.
Proliferan las religiones, las sectas y miles de falsos profetas que juran poseer la verdad absoluta y llegan a engañar a muchos, en especial a aquellos que tienen sed de Dios y en su busqueda sincera son seducidos por cánticos de sirenas y falsas promesas de vida eterna.
Pero, cómo saber cuales son los escogidos?
Lo primero que el creyente debe saber es, que la "Iglesia del Señor" no implica una denominación como tal, y si bien es cierto que la Palabra nos manda a congregarnos, lo primordia habra de ser el tipo de relación personal que llevemos con Cristo, pues al fin y al cabo, nosostros mismos somos la iglesia.
Ahora, la pregunta que se impone es: ¿Somos iglesia del Señor o templos del error?.
Si tu fe es sincera, debes procurar el sello de Cristo en tu vida, mirarte en el gran espejo del Maestro y asegurarte de cumplir su voluntad para contigo.
Y luego de eso, si escudriñas la Palabra sabrás que es fácil identificar a la verdadera iglesia, pues ésta sigue estas sencillísimas reglas:
1- Predica a Cristo como único y suficiente salvador (Hechos 4:12).
2- Mantiene sus ojos puestos en Jesús, no en los hombres (Hebreos 12:2).
3- Vive lo que predica (Santiago 1: 19-27), y el amor al prójimo es su sello (1era Corintios 13).
4- Es constante en la oración, en sus diezmos, ofrendas y limosmas.
5- La verdadera iglesia no basa su fe en dogmas ni reglas humanas, antes bien se preocupa en
presentarse digna y aprobada ante Dios como obrero que no tiene de qué avergonzarse (2da
Timoteo 2: 15).
6- Está siempre gozosa y hace todo para gloria de Dios (1era corintios 10:23-33)
7- Aun en la adversidad se yergue victoriosa (Romanos 8.28-38)
Más tú que quieres ir al cielo:
1- Despojate del viejo hombre y vive la nueva vida (Efesios 4:17-32).
2- Procura andar como hijo de la luz (Efesios 5:1-20).
3- Ora y vela para que mueran en tí las obras de la carne y sea tu naturaleza sea moldeada
conforme al Espíritu Santo (Romanos 8.1-26).
4- Pelea como buen soldado de Jesucristo, vence al mal con el bien, revestido con la armadura de Dios (Efesios 6:10-20).
5- Y por último mantén firme tu fe en Cristo hasta el fin y toma al pie las palabras de Jesús "sé
fiel hasta la muerte y yo te daré la corona de la vida" (Apocalipsis 2:10).
Si tomas estas recomendaciones en cuenta, no tengas preocupación por nada, pues sin lugar a dudas, serás miembro del gran ejercito de Dios que vivirá eternamente al lado del manso Rabí de Galilea. Dios te bendiga.