Feligreses participaron en ceremonias solemnes en recuerdo del pontífice entre la observancia del Viernes Santo, que recuerda la pasión y muerte de Jesús. Cantando himnos siguieron a un grupo de hombres que cargaron una enorme cruz en procesión.
"Fue un gran Papa el que tuvimos, y es importante rendirle tributo", dijo Barbara Pelka, de 69 años, una de miles de creyentes que asistieron bajo la lluvia a la ceremonia. "Esta es nuestra tradición, esto es lo que debemos estar haciendo", señaló.
La cruz fue después colocada en la Plaza Pilsudski, donde Juan Pablo II, recién elegido en 1979, encabezó una misa en la cual sutilmente retó al régimen de su país e inspiró el movimiento que con el tiempo llevó a derrotar al comunismo en toda Europa Oriental.
Las conmemoraciones a la luz de velas se realizaron en toda la nación el viernes por la noche, desde Wadowice, pueblo natal de Juan Pablo II, a Cracovia, ciudad de la que fue arzobispo.
Otros se levantaron antes del amanecer para reunirse en el sitio de peregrinaje de Kalwaria Zebrzydowska, en el sur de Polonia, a fin de presenciar la escenificación de la muerte de Cristo, a la que asistió Stanislaw Dziwisz, arzobispo de Cracovia, quien fue amigo cercano y secretario de Juan Pablo II.
Un actor, interpretando a Jesús, cayó bajo el peso de una cruz mientras lo seguían frailes vestidos con hábitos cafés y feligreses portando rosarios.
A pesar del día de reflexión religiosa, muchas señales en Polonia apuntan a un lento pero significativo alejamiento de la Iglesia por parte de la gente, cinco años después del fallecimiento de Juan Pablo II.
Polonia sigue siendo quizá el país más observante de la religión en Europa y aún mucha gente asiste a las iglesias, pero éstas están ligeramente menos llenas cada año, mientras que estudios muestran que la cifra de asistentes regulares está declinando lentamente, dijo el sociólogo Edmund Wnuk-Lipinski, un profesor y decano de Collegium Civitas, una universidad de Varsovia.
La cifra de polacos que inician el seminario para convertirse en sacerdotes o monjes cayó de 1.500 a 953 entre el 2004, año previo a la muerte del Papa polaco, y el 2008, según cifras de la Iglesia.
(Fuente: Agencias)