Vilafamés.- Indignación y sorpresa. Estas son las primeras sensaciones experimentadas por la práctica totalidad de los vecinos de Vilafamés al enterarse de la detención, llevada a cabo el pasado miércoles por la Guardia Civil, del que durante los últimos 15 años ha sido el párroco de la localidad. El motivo: la posesión de más de 21.000 archivos digitales de pornografía infantil. Precisamente en estas líneas se pronunció ayer la alcaldesa del municipio, la popular Luisa Oliver, quien manifestó su "indignación" ante un hecho que, dijo, "ningún vecino del pueblo podría haber imaginado nunca". En concreto, la detención de Rafael S. R., responsable de la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción desde 1995, estuvo precedida de un exhaustivo registro que se saldó con el hallazgo, por parte de los agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil, de más de 21.000 archivos de niños y bebés en actitud sexual explícita. Éstos permanecían ocultos en el ordenador personal del sacerdote y ocupaban alrededor de 600 gigabytes.
Con todo, el párroco fue puesto a disposición judicial durante la mañana de ayer. Tras escuchar la versión del sacerdote y de su abogado, así como de valorar las pruebas presentadas por los efectivos de la Benemérita encargados de esta investigación, la juez del juzgado de Instrucción número 2 de Castellón, en funciones de guardia, concluyó su imputación por un presunto delito de distribución de pornografía infantil a través de internet.
No obstante, la magistrada acordó la libertad provisional de Rafael Sansó, ya que consideró que no existía "riesgo alguno de fuga". Éste, por su parte, deberá comparecer ante el juzgado cada 15 días.
La decisión final, que se hizo esperar durante más de dos horas, no convenció al Ministerio Fiscal, que se mostró totalmente disconforme con el dictamen de la juez de dejarle en libertad. "La gravedad de los hechos y del contenido de las fotos" que el cura, presuntamente, distribuía desde el ordenador que tenía en la parroquia, "aconseja su ingreso en prisión", defendía el fiscal responsable del caso, Francisco Sanahuja, para anunciar su intención de presentar recurso el próximo lunes.
Cabe destacar que durante las más de 72 horas que permaneció bajo arresto, Rafael S.R., quien también prestaba sus servicios pastorales en el municipio de La Barona, fue sometido a diversos interrogatorios por parte de los efectivos de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Castellón, en los que tuvo que explicar cómo, porqué y con qué fin ocultaba fotos y vídeos de niños menores de 13 años en el ordenador que tenía en la iglesia.
En este sentido, cabe señalar que fuentes cercanas al caso apuntaban ayer la posibilidad de que el párroco de Vilafamés pudiera pertenecer "a una red de pedofilia a nivel internacional» ya que, según señalaban, «durante las últimas jornadas también se han practicado detenciones de otros miembros de este entramado de distribución de archivos con imágenes de menores en actitud sexual".
Aunque ninguno de estos arrestos, exceptuando el del sacerdote de Vilafamés, ha tenido lugar en la provincia, el Equipo de Investigaciones Tecnológicas (Edite) de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial no ha dado aún por cerrada la operación contra la pornografía infantil en internet que desarrolla.
Reacción del Obispado
Al igual que hiciera la alcaldesa de Vilafamés, el obispo de Segorbe-Castellón, Casimiro López, también se pronunció ayer acerca de la «gravedad» de los hechos que se le imputan a Rafael S.R., a quien ha suspendido cautelarmente de todos sus cargos, así como del ejercicio del orden sacerdotal. Esta decisión responde al orden, manifestó López, de evitar «el escándalo de los fieles».
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