Un total de 26 congregaciones de la provincia de Santo Domingo se sumaron a la iniciativa y acordaron instalar zonas de oración en las principales avenidas por las proximidades de sus respectivas congregaciones.
Las principales avenidas del Distrito Nacional, Santo Domingo Norte, Este y Oste se llenaron de una atmósfera de gloria a través de la oración.
Se estima que alrededor de 6 mil personas recibieron el gran poder de la oración en solo cuatro horas que duró la actividad. Cientos de personas que atravesaban por depresión, crisis financiera, separación, luto, enfermedades levantaron sus manos y recibieron una oración de restauración.
El pastor Fernando Belliard, ministro principal del Centro Cristiano Internacional; quien tenía la vocería de la tercera fase, expresó que "algo grande había ocurrido en el mundo espiritual y todo comenzó con el cese de la lluvia durante el desarrollo de la actividad".
Recordó el texto bíblico que dice que obra sin fe "no es obra" para manifestar que un grupo de iglesias evangélicas decidieron abandonar el interior de sus templos para salir a cumplir su misión pastoral de ir a salvar almas atribuladas que necesitan de una palabra de aliento para poder soportar sus cargas.
El pastor Belliard cuenta que una joven mujer al ver la zona de oración de su congregación detuvo su vehículo y se postró para pedir perdón al Señor porque ¨estaba decidida a quitarse la vida¨. Precisó que ese solo hecho justifica la realización varias veces al año de la actividad.
La gran victoria
Todo aquel que se desplazó en condición de transeúnte, pasajero o conductor por donde estaban instaladas las zonas de oración recibió una palabra de aliento. Cientos de cristianos con carteles que decían "Zona de Oración", "Aquí oramos gratis", "Estás necesitado de una oración", "Oramos por salud", "Cristo, libera", formaban parte de los coloridos y vistosos cartelones que indican la instalación de la
Los cristianos no escatimaron ningún tipo de esfuerzo. Apelaron a pantomimas, cánticos, títeres, alabanzas y adoraciones para crear la atmósfera propicia y que la persona que reclamaba una oración entendiera el propósito divino de la acción.
Los cristianos con pancartas en mano irrumpieron avenidas y calles como la 27 de Febrero, Rómulo Betancourt, Núñez de Cáceres, John F. Kennedy, Venezuela, Sabana Larga, San Vicente de Paúl, Padre Castellanos, V Centenario, Duarte, Nicolás de Ovando, entrada de los Alcarrizos, Pantoja, Privada y José Ortega y Gasset.
Poca gente pudo resistir pasar por la zona y no solicitar una oración para sanidad y liberación. Los intercesores no escatimaron ningún tipo de situación para orar: se montaban en las guaguas de transporte público de pasajeros, oraban por los agentes del orden, por los empleados privados.
Algo extraordinario que ocurrió en el culto dominical de las iglesias que se vincularon a la actividad, sus templos recibieron a nuevos creyentes y personas que recibieron una oración durante la jornada, lo que constituye la gran victoria de la iniciativa Quebrantando el Pecado y su última fase.
Repetir la experiencia, espíritu unitario
Al concluir la tercera fase de la iniciativa Quebrantando el Pecado, donde varias iglesias cristianas se unieron para recrear lo ocurrido con Jericó, sus organizadores clamaron por una mayor unidad de la iglesia evangélica dominicana, ya que el país tiene un mandato celestial de provocar el nuevo avivamiento de la iglesia contemporánea.
Los jóvenes pastores afirmaron que el espíritu de Quebrantando el Pecado no es crear un nuevo concilio, una nueva entidad que aglutine las iglesias evangélicas "es crear un espíritu de unidad inquebrantable para derrotar los principados, gobernadores que se han levantando contra el pueblo dominicano. Los cristianos somos más".
(Fuente: Diariolibre.com.do)





