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Eduardo Ortiz González, pastor de la Red de Ministros de Veracruz Asociados, expresó que 2011 se vaticina como un año difícil en todos los ámbitos, incluyendo el político, económico e incluso religioso.
El ministro religioso expresó que ante los últimos acontecimientos en la capital del Estado, ellos no están pidiendo algo al gobierno, pues ya está comprobado que ni el gobierno federal, ni filosofías, ni estadistas han podido, ni siquiera los pastores han podido, por ello están pidiendo la intervención de Dios, es decir, que haya algo divino que interrumpa lo que está pasando en México.
Resaltó que refugiarse en Dios es la única esperanza que queda en estos momentos, pues se ve un gran combate a la delincuencia, pero más allá de los esfuerzos humanos, se tiene que dar algo divino.
"La fe no nos va a sacar de los problemas, pero sí nos va a ayudar a enfrentarlos con sabiduría y con entendimiento, pues bíblicamente las cosas se van a poner peor.
Destacó que no intenta ser el mesías de una ciudad y mucho menos decir que con los evangélicos está "el arca de Noé", lo que sí saben es que lo que se haga será por intervención de Dios, pues ya se ha hecho todo lo humanamente posible y no se ha logrado mucho.
Guillermo Trujillo Álvarez, de la Red Evangélica de Veracruz, refirió que ante lo ocurrido en Xalapa la semana pasada es momento de que la gente voltee hacia Dios, al recordar que la palabra bíblica dice que la raíz de todos los males es el amor al dinero y esto que está viviendo el país es una consecuencia de que los jóvenes que se meten a este tipo de delincuencia buscan el dinero fácil.
La sociedad está contaminada de la vida fácil o ficticia que ofrecen las riquezas de ese tipo de mundo, por lo que de seguir en ese tenor las cosas pueden ponerse peor, dijo.
Aseguró que este problema de la delincuencia organizada es de los tres niveles de gobierno y de la sociedad, "algo que le preocupa es la información que se da a través de las redes sociales, las cuales si bien informaron, también mal informaron y contribuyeron a la psicosis que se vivió en Xalapa".
"Nos dimos cuenta que en realidad en Xalapa no pasaba tanto como lo decían algunos en Facebook u otras redes, por eso los evangélicos estamos orando y pidiendo a Dios su intervención y los evangélicos estamos abiertos para todos", insistió.
(Fuente: Diario de Xalapa)