CABECERA

Diluvio en Brasil cobra vida más de 550 personas

Gobierno declara siete días de duelo por las víctimas

Rio de Janeiro.- Las lluvias y el caos continúan en zonas de Brasil afectadas por las peores precipitaciones en décadas mientras la cifra de muertes por inundaciones y deslaves supera las 550, según fuentes oficiales.

Rafael Spuldar, enviado especial de la BBC a Nova Friburgo, una ciudad duramente golpeada, informa que precipitaciones torrenciales de más de una hora volvieron a generar el caos este sábado.

Un verdadero río de lodo, añade el periodista, inundó una de las principales vías del centro de la ciudad impidiendo el tránsito, a la vez que aumentaba el temor a derrumbes y deslizamientos de tierra.

La ciudad está sin luz, y las autoridades han hecho un pedido de donaciones de las velas.

Evacuación

El gobierno brasileño, por su parte, advirtió a quienes todavía viven en las zonas sensibles a nuevos desastres que deben evacuar sus hogares porque el peligro no ha pasado.

El gobernador del estado de Río de Janeiro, Sergio Cabral, dijo este sábado que muchas de las muertes se pudieron haber evitado, al mismo tiempo que culpó a los gobiernos locales de permitir la construcción de casas ilegales en zonas sensibles.

Cabral anunció un luto oficial por 7 días en homenaje a las víctimas, que comenzará a regir el próximo lunes.

Los equipos de emergencia, entretanto, luchan para llegar a las zonas afectadas cuando las predicciones meteorológicas hablan de más lluvias para los próximos días.

Según medios locales, rescatistas han tenido que llegar a las zonas más afectadas a pie porque los vehículos no pueden cruzar los caminos bloqueados.

Las zonas montañosas del norte de Río de Janeiro han sido las más golpeadas por las lluvias más intensas en 44 años.

Las precipitaciones provocaron que ríos de lodo arrasaran a su paso por las montañas y ciudades, ocasionando que más de 5.000 personas quedaran sin hogar.

Se esperan más lluvias

Los meteorólogos han advertido que la próxima semana continuará el mal tiempo.

"La lluvia no se ha detenido, lo que está haciendo las labores de rescate más difícil", dijo el rescatista Rubens Plácido en la ciudad de Nova Friburgo.

"El número de muertos va a subir un poco. Todavía hay un montón de gente enterrada", aseveró.

Imágenes de televisión mostraron maquinaria pesada retirando árboles caídos y escombros de las calles cubiertas con restos de asfalto.

Las morgues están inundadas y se tuvo que guardar los cadáveres en iglesias y comisarías de policía, informaron medios de prensa.

En el cementerio mayor de Teresópolis - donde más de 220 personas murieron - filas de tumbas recién excavadas fueron marcadas con simples cruces de madera. Otros cementerios quedaron enterrados bajo el lodo.

El número de muertos ha superado a los deslizamientos devastadores de 1967 en Caraguatatuba, del estado de Sao Paulo, cuando cerca de 430 personas murieron.

Práctica ilegal

Los políticos, entre ellos la presidenta, Dilma Rousseff, han puesto de relieve la práctica ilegal de construir viviendas en laderas de las montañas.

Rousseff se comprometió a impedir que un desastre como el actual ocurra de nuevo, y destinó US$480 millones a fondos de emergencia para las zonas afectadas.

Paulo Cabral, de la BBC, informó desde Teresópolis que el suelo en las laderas es todavía muy húmedo e inestable, por lo que incluso una pequeña cantidad de agua podría ser suficiente para provocar nuevos desastres.

De acuerdo con el periodista, los equipos de rescate están trabajando día y noche en busca de sobrevivientes, pero en la mayoría de los casos sólo se encuentran cuerpos bajo el lodo.

También hay informes de saqueos, y algunos de los distritos más afectados han sido ahora abandonados.

Jorge Mario, alcalde de Teresópolis, dijo que tres o cuatro barrios habían sido "totalmente destruidos".

Los militares brasileños levantaron un hospital de campaña en Teresópolis, pero el número de heridos está amenazando con abrumar a los servicios médicos.

(Fuente: BBC Mundo)