Tegucigalpa.- La tranquilidad se interrumpió en la carretera de Olanchito a Sabá cuando cinco personas fueron asesinadas con armas de grueso calibre a la altura de la comunidad de El Portillo, a pocos metros de Carbajales.
La familia Vásquez Chirinos viajaba en un pickup rumbo a Carbajales, donde celebrarían una vigilia en la Iglesia de Dios.
A Rafael Antonio Vásquez, de unos 42 años de edad, lo acompañaba su esposa Alba Luz Chirinos y sus dos hijos Yolani Maribel Vásquez, de tres años, y Fernando Chirinos, de ocho.
Antes de salir de Olanchito le pidieron aventón a Elvin Javier Reyes, María Méndez e Hipólito López. Cuando llegaron a una zona desolada de esa carretera de tierra, supuestos sicarios que los estaban esperando balacearon el vehículo y causaron la muerte de cinco de las personas e hirieron a dos.
Las víctimas mortales son Rafael Antonio Vásquez, Alba Luz Chirinos, Yolani Maribel Vásquez, Fernando Chirinos y Elvin Javier Reyes.
Fernandito, como lo llamaban sus familiares, empezaba su primer grado en la escuela de Carbajales. Sus compañeros lamentaron su partida.
En el hecho sangriento resultaron heridos Hipólito Vásquez y María Méndez, que fueron trasladados al hospital Aníbal Murillo Escobar de esta ciudad. En el ataque resultó ileso Maicon Vásquez Chirinos, de 12 años.
La masacre ocurrió a eso de las 2:30 de la tarde del sábado a la altura de El Portillo, entre las comunidades de Clifton y Las Icoteas.
Personal de Medicina Forense, Fiscalía del Ministerio Público y Policía de Investigación de Olanchito llegó a la escena del crimen para hacer el reconocimiento de ley.
Los disparos se hicieron desde diferentes ángulos, pues el carro tiene perforaciones en los vidrios laterales y en el de atrás.
Fue una emboscada con todas las características del crimen organizado, dijo uno de los policías de investigación.
Rafael Antonio Vásquez y su esposa viajaban a diferentes comunidades a predicar la palabra de Dios y ese día iban a un culto en Carbajales. Sus hermanos de la Iglesia de Dios velaron los restos mortales de la familia Vásquez Chirinos en el templo en la comunidad El Cinco, Yoro, a pocos kilómetros de Sabá.
"Es una tragedia en la que murieron inocentes. Esta familia iba a congregarse acompañada por sus hijos. Ya no aguantamos esta violencia, no hay amor ni respeto por la vida", dijo Eliú Méndez, pastor de la Iglesia de Dios de El Cinco.
María Escobar, esposa de Elvin Reyes, una de las víctimas, dijo que no entiende por qué mataron a su esposo. "Es triste para nosotros; no entendemos lo que pasó, no tenía enemigos".
En el lugar del crimen se encontraron las huellas de un vehículo que salió en veloz carrera después de los disparos. Aún se desconocen las causas de este hecho. En la carretera de terracería de Olanchito a Elixir, en la margen izquierda del río Aguán, solo está la posta policial de la aldea de Carbajales, pero permanece cerrada por falta de personal.
(Fuente: El Heraldo)