Cordoba.- Nicolás Alessio, el cura de 53 años que el año pasado apoyó con sus opiniones la sanción de la Ley del matrimonio homosexual, fue echado de la Iglesia por la curia cordobesa, en un juicio canónico que no tiene antecedentes en ésta provincia ni por su velocidad, ni por la gravedad de su veredicto. En la sentencia, que hoy reproduce en exclusiva el diario Clarín , el Tribunal Interdiocesano de Córdoba le impide ejercer el sacerdocio y debe dejar la casa parroquial en la que vivió 27 años.
“El presbítero José Nicolás Alessio ha cometido rechazo pertinaz de la doctrina descrita (…) al sacramento del matrimonio y desobediencia al Ordinario (…). Ha divulgado por escrito y de palabra por los medios de comunicación en contra del magisterio eclesiástico. (…) Se le prohibe ejercer en público la potestad sagrada, es decir: celebrar la Santísima Eucaristía , oír confesiones, celebrar los demás sacramentos (…) y residir en la casa parroquial San Cayetano del barrio Altamira”.
¿Esperaba semejante castigo? Estaba en el cálculo de mis posibilidades, pero no tan rápido ni con tanta dureza. Me han condenado y expulsado por opinar distinto. Y tenga en cuenta usted que esa misma Iglesia ni siquiera le ha puesto una sola amonestación a sacerdotes pederastas como el Obispo Edgardo Gabriel Storni, que vive cómodamente aquí en La Falda, en las sierras de Córdoba; o a Julio César Grassi: ambos con condenas judiciales por abusar de menores.
Tampoco hubo sanción para Christian von Wernich, condenado por delitos de lesa humanidad. Da la impresión entonces que esta iglesia tolera a torturadores y violadores en sus filas; pero no a quien piense diferente y se anime a decirlo en público.
¿Por qué cree usted que es así? Porque el núcleo del poder en la Iglesia es y ha sido el ocultamiento. El “de eso no se habla”. Yo me animé a decir las cosas que creo que deben cambiar. Y eso se paga de ésta manera. Con la expulsión. Les molestó que hable porque la Iglesia es maestra en ocultar. En manejar la impunidad del silencio. Lo del matrimonio gay, encima, aborda un tema que les incomoda y está ligado a la sexualidad. Ellos siguen considerando enfermas o perversas a las personas gay.
En octubre, cuando las discusiones eran acaloradas, usted tuvo opiniones muy fuertes en contra del cardenal Jorge Bergoglio… -Es que faltaba que salieran a quemar gente. En esa carta que escribió a las monjas planteaba la lucha en contra “del maligno”, del diablo: como en el Medioevo. Todo en términos de Guerra Santa. Un retroceso increíble hacia la Inquisición. Impensable en pleno siglo XXI.
¿Y ahora cómo piensa seguir? Yo integro el grupo de sacerdotes tercermundistas “Enrique Angelelli”. Somos unos sesenta, entre sacerdotes en ejercicio con opción por los pobres, y sacerdotes casados. Creemos que otra Iglesia es posible.
Alessio dice estar tranquilo, aunque se nota su indignación. Vive en una casa particular y se gana la vida “como asesor en educación” del bloque de legisladores de Luis Juez.
“Lo que más nos preocupa ahora, es que el arzobispo Carlos Ñáñez quiere arrasar con nosotros. En mayo reemplazará al padre Víctor Acha en la parroquia La Cripta , donde nos reunimos –y en la que antes ofició el también cura rebelde Guillermo Mariani, quien publicó un libro de memorias en el que confesaba haber tenido relaciones amorosas–. Quieren barrer con nosotros y la iglesia que nosotros representamos. Poner allí a un sacerdote de la línea oficial. Silenciar a los que opinamos diferente”, concluyó Alessio.
(Fuente: Clarin.com)