El ataque es uno de los más intensos lanzados desde Gaza desde el fin de la masiva ofensiva israelí a finales de enero del 2009. En lo que parece la señal de una nueva escalada, el brazo armado de Hamas (grupo islamista que controla Gaza) ha reivindicado gran parte de los proyectiles.
La reacción israelí no se ha hecho esperar y ha atacado diversos objetivos en la zona más cercana a la frontera, sin provocar víctimas. Según fuentes sanitarias en Gaza, hay 6 heridos.
"El grupo terrorista Hamas controla Gaza por lo que es el máximo responsable de los ataques y sus consecuencias”, afirman fuentes del Ejército sobre un ataque contra una base de Hamas.
El presidente del Consejo de Eshkol en el sur de Israel, Haim Yalin, ha dicho a los medios locales que "los refugios y cuartos sellados han salvado vidas pero esta situación no puede continbuar así. Los estruendos que hemos escuchado desgraciadamente no eran de Purim”, en alusión al carnaval judío que se celebra estos días.
Tras el lanzamiento de un cohete Qassam, la aviación israelí atacó el miércoles una base de Hamas matando a dos miembros del brazo armado. El medio centenar de proyectiles de mortero puede provocar una respuesta mucho más contundente. Es lo que exigen numerosos diputados israelíes como la jefa de la oposición Tzipi Livni: "La forma correcta de enfrentarse a Hamas es usando la fuerza". Incluso el dirigente del partido pacifista israelí Meretz, Ilan Gilon ha afirmado que " el ataque renovado desde Gaza es muy grave y hará muy dificil a Israel contenerse".
(Fuente: elmundo.es)