El 28 de abril, el Buró Nacional de Estadísticas publicó los resultados del primer censo del país en una década, revelando que su crecimiento de la población se redujo a casi la mitad del ritmo de la década anterior. En los últimos diez años, la población creció a mil trescientos cuarenta millones de personas, un aumento del 5,8 por ciento.
Algunos expertos dicen que las cifras podrían aumentar la presión sobre el gobierno para relajar sus estrictas políticas de control de la población de treinta años de edad, que en muchos casos han sido puestas en vigencia a través del aborto y la esterilización forzados, el encarcelamiento, y las multas muchas veces más grandes que el ingreso anual de una familia.
Pero antes de la publicación de los datos, el presidente Hu Jintao dijo el 27 que el país “mantendría y perfeccionaría las políticas reproductivas [para] estabilizar en forma seria una baja tasa de natalidad”, según la agencia de noticias Xinhua.
El censo muestra que la población de los mayores de 60 años o más aumentó un 2,93 por ciento, hasta alcanzar al 13,26 por ciento desde el censo del año 2000. El número de las personas de 14 años de edad o más jóvenes cayó un 6,29 por ciento, a un 16,60 por ciento.
El continuo cambio demográfico amenaza ser una pesada carga para la juventud del país, y muchos temen los efectos futuros de la llamada pirámide invertida, donde un niño debe cuidar a dos padres y a cuatro abuelos. Además, algunos expertos especulan que el gran desequilibrio de género en el país, gracias al aborto selectivo por sexo, llevará a un malestar social, con millones de jóvenes imposibilitados para encontrar novias.
(Fuente: Notifam)