Hace poco, mientras hojeaba un periódico, me encontré con una teoría tan absurda, que lo único que me provocó fue risa al principio y lástima después, la cuestión teórica afirma que al momento de la crucifixión, el Cristo abandonó a Jesús a su suerte, para que cargara sólo con el martirio, mientras a lo lejos El observaba todo el cuadro de dolor de Jesús el humano.
Sigue abundando el teórico que tras la muerte de Jesús y su posterior sepultura, al tercer día, no fue Jesús el humano quien se levantó de la tumba, sino que el Cristo entró en el cuerpo muerto y salió de la tumba (dicen los autores de esta herejía que por eso El no dejó que maría lo tocase).
Sigue abundando el teórico que tras la muerte de Jesús y su posterior sepultura, al tercer día, no fue Jesús el humano quien se levantó de la tumba, sino que el Cristo entró en el cuerpo muerto y salió de la tumba (dicen los autores de esta herejía que por eso El no dejó que maría lo tocase).
Como les digo, en principio da risa pensarlo, pero también pena. Pena ver como Satanás anda susurrándole absurdas "diabluras" a cuanto ingenuo de mente débil aparezca.
La Biblia, la palabra irrefutable de Dios es bastante clara. Jesús cumplía en su persona la dualidad divina y humana, El existió desde el principio, pero se encarnó en una virgen (Juan 1:1-18 y 8:48-56), para manifestar su obra ante los hombres. Quienes por cierto andan inventando o aceptando cada cosa con tal de no aceptar la verdad.
Desde que inició su ministerio en la tierra, el Hijo del Hombre mantuvo su naturaleza especial (cien por ciento Dios y cien por ciento hombre) por varios motivos:
1- Debía probarle a la humanidad y al diablo que se puede vivir en la tierra, en un cuerpo humano sin relacionarse con el pecado. (1era Pedro 2:21-24)
2- Debía probarle a los hombres que se podía ser integro en el servicio a Dios, obrar bien y ser fiel aun padeciendo penalidades, dolor, angustia, hambre, necesidades y carencias. (Hebreos 4:15)
3- Y por último y lo más importante, era preciso que alguien diera el primer paso de reconciliación entre Dios y el hombre. Algún hombre (y no ningún espíritu) debía restaurar el lazo de amistad que Adán había roto en el Edén. (Romanos 5:12-21 / Efesios 5:21 / Isaías 53:5).
La muerte de Cristo en la cruz fue la fórmula perfecta para que la Vida retornara a la humanidad que camina muerta aunque respira. En la cruz, en vez de un muerto, hubo dos, Jesús y el Cristo, porque para resucitar hace falta morir, y si Cristo no hubiese muerto, ¿cómo pues habría de resucitar? (1era Corintios 15:3-22).
Eso de que el Cristo no murió con Jesús en la cruz no es más que otro pataleo del diablo, quien aún está dolido no sólo por la aplastante derrota a manos de Jesús El Cristo en la cruz, sino también porque con su resurrección, públicamente lo exhibió (de manera humillante como le hacían los romanos a los vencidos) junto a sus principados y potestades, dejando sin efecto el acta del decreto de muerte que pesaba sobre la humanidad (Colosenses 2:14-15).
Así que, "por lo demás hermanos míos fortaleceos en el Señor y en el poder de su fuerza... para que podaís apagar los dardos del maligno... y habiendo acabado todo estar firmes (Efesios 6:10-14) .
Una última recomendación: no prestemos oído ni atención a cantos de sirenas o distracciones malignas mantengamos "puestos los ojos en Jesús ... resistamos al diablo y huirá de nosotros" (Hebreos 12:2 / Santiago 4:7).
Jesucristo está vivo, , intercediendo por nosotros a la diestra del Padre, aguardando la hora para regresar a la tierra a llevarse los suyos. Mientras ese día llega, tú tranquilo, El está en control.
Dios les bendiga!