San Pedro Sula.- El sábado pasado fue memorable. Cientos de sampedranos abarrotaron el centro de convenciones de Expocentro para cantar y alabar a Jesucristo con Samuel Hernández.
El público asistente no sólo usó sus voces, sino su fe, alegría y corazón. No era para menos, pues contaban con uno de los salmistas más carismáticos de los últimos tiempos.
Durante dos horas, Samuel Hernández utilizó su gran talento junto al público para rendir alabanzas al Todopoderoso. El evento fue espectacular en todos los sentidos. Desde la organización, que como muy pocas logró el orden y la comodidad de los más de tres mil presentes, hasta el recital ofrecido por el cantante puertorriqueño.
Samuel los complació
Desde muy temprano, personas de varios rincones del país hicieron enormes filas para no perderse ningún detalle del show musical.
Y con una implacable puntualidad el concierto “Levántate y sana” comenzó a las 6.30 de la noche. Justo a esa hora, y cuando ya terminaba de anochecer, talentosas jóvenes de la Iglesia Mahanaim abrieron el show. Samantha Teruel y Bertha Betancourt, deleitaron al público interpretando canciones de reconocidas cantantes cristianas.
Tras su presentación llegó el momento de escuchar a quienes todos esperaban.
Samuel Hernández pisó el escenario pasadas las siete de la noche y fue recibido con aplausos y miles de gritos de euforia.
Agradeció la alegría del público con su primer canción “Grande es el Señor” que iba acompañada de un “Olé, Olé, Jesús, Jesús”, que en pocos segundos retumbaba en todo el auditorio.
Durante todo el concierto Samuel mantuvo despierto el espíritu de adoración de los presentes y en una ocasión invitó a un joven del público a cantar con él la canción “De los más profundo” logrando que éste llorara de felicidad.
El puertorriqueño cantó sus mejores temas: “Levántate y sana”, “Por si no hay mañana” y “Jesucristo siempre llega a tiempo”, terminando con sus dos melodías más conocidas “Faltan cinco para las doce” y “Levanto mis manos”, en las que se podía observar a muchos de los presentes llorar llenos de júbilo.
(Fuente: laprensa.hn)