Mendoza.- Otra vez la Iglesia Católica volvió a ser noticia por acciones desafortunadas de alguno de sus miembros.
Y es que el sacerdote Jorge “Pato” Gómez, que interrumpió un show en la Fiesta del Chivo el último miércoles en la ciudad mendocina de Malargüe porque sintió que un sketch ofendía la fe, se hizo conocido en todo el país por decir que lo que pasó en el show en cuestión es peor que violar a una menor.
Los dichos del sacerdote llegan en un inoportuno momento: justo cuando la Iglesia está en el ojo de la tormenta por los cuestionamientos sobre pedofilia.
“La violación de la fe es peor que un delito. Si una sociedad empieza a reírse de la fe, esa sociedad ya está destruida. La violación de la fe es mil veces peor que la violación de una hija”, declaró Gómez, el martes, sobre lo sucedido, echando gasolina al fuego.
¿Qué pasó?
El desencadenante de tamaña aseveración fue la actuación del grupo mendocino Lutherieces, que intentó, como hace el original grupo al que ellos referencian, Les Luthiers, realizar en el escenario la parodia “Educación sexual moderna” –que habla sobre los votos de castidad que profesan los religiosos y sacerdotes–. En ese momento, Gómez, indignado por lo que estaban presenciando él y el público, subió al escenario y le solicitó a uno de los artistas el micrófono y dijo: “¡Malargüe es católico!”.
Luego, aseguró estar orgulloso de su castidad y solicitó que dejaran de realizar esa interpretación. Los músicos accedieron, mientras gran parte del público aplaudió al sacerdote. Sólo una minoría lo reprobó.
Poco arrepentido
Ayer, en declaraciones al canal porteño Todo Noticias, el sacerdote Gómez aclaró que “rechazaba la violación de un niño, que es una violación terrible para la sociedad”, y remarcó que “las dos cosas son rechazadas por Dios, son abominaciones, tanto la violación de una hija como la violación de la fe”.
Sus colegas, en contra
Laporte, párroco de la iglesia Virgen Peregrina del barrio La Gloria de Godoy Cruz, con gran prédica en la zona, señaló que la irrupción del sacerdote Gómez en un escenario era un “exabrupto poco feliz” y destacó que cuando escuchó su reflexión sobre la violación de la fe le “dieron ganas de llorar”. “Espero que así como el vocero del obispado salió a defenderlo, cosa que respeto, también lo haya llamado para preguntarle por qué dijo lo que dijo y de paso nos vendría bien a todos como Iglesia que se pidan disculpas públicamente de lo dicho por radio”, acotó.
El sacerdote Vicente Reale, quien apoyó el matrimonio homosexual, sostuvo que era “una locura absoluta comparar la censura con la pederastia”.
(Fuente: diaadia.com.ar)